Efectos que puedes hacer con esta maravilla: infinitos efectos. Saca tu baraja de cartas y nombra el nombre de un espectador. ¿Cómo es tu nombre? Pablo, coge una carta libremente, nada de forzaje. El espectador coge una carta libremente y se pierde por la baraja y le dices: «Recuerda bien tu carta». Metes todas las cartas dentro del estuche cuando todo el público está viendo que dentro del estuche no hay nada, está vacío y, además, lo puedes examinar tú mismo, espectador, y verás que está completamente vacío, que no hay nada raro. Después meterá todas las cartas dentro del estuche de cartas. Y lo dejará. Sobre la mesa y el mago, no tocará nada, ni se acercará a la baraja ni la tocará más. Desde una distancia bastante separada, el mago se concentrará. Y poco a poco, mágicamente, una carta empezará a subir en la mitad de la baraja de cartas desde dentro del estuche y saldrá una carta, por ejemplo, el 4 de corazones. Y le preguntarás al espectador. El 4 de corazones en voz alta y dirás: «El público no es mis cartas», decía el espectador, y todo el mundo se quedará muy callado, pensando que el mago ha fallado. Y tú, el mago, estás muy serio y le preguntas en voz bajita al público cuál era su carta, y dirá todo el mundo: «7 de trébol». Bueno, no pasa nada con la magia, todo se puede arreglar. Se concentra el mago y poco a poco empieza a bajar el 4 de corazones hasta esconderse por completo y poco a poco empieza a subir otra carta. No es más ni menos que el 7 de trébol. Y todo el mundo quedará. Flipando como un niño pequeño cuando ves el efecto tan fuerte.